Seleccionar página

las mentiras necesarias del introvertido

Pareja: El sábado por la tarde, mi hermano hace una barbacoa y ha invitado a toda la familia. Tenemos que poner un fondo entre todos y él se encarga de comprar las cosas.

Pensamiento: Ya estamos otra vez. No me gusta la carne y me dan pavor las jornadas familiares intensivas. No me importa estar dos horas, tres a lo sumo, pero quedarme todo el día, cuando podría estar en casa viendo una maratón de pelis de terror… Es como si me obligaran a comer y beber durante 8 horas seguidas, mientras me ponen una cinta de audio con la repetición continua de lo que ha hecho mi vecina durante el día. Vamos, que otra vez me veo a mí misma atada de pies y manos igualito que Alex DeLarge en La Naranja.

Yo: Tu familia es encantadora, pero entiéndeme… tienen que respetarme, así que para variar voy a decir la verdad. ¡Se acabaron las mentiras!

Sábado al mediodía en la barbacoa….

Cuñado: Esta vez os vais a quedar a cenar, ¿verdad?

Yo: Tu hermano sí, yo no creo. Ya sabes, soy un poco introvertida y me canso antes.
Cuñado: Claro, introvertida para lo que quieres porque el sábado anterior estuviste dándolo todo en el concierto hasta tarde.

Pensamiento: Será mejor que no diga nada más. No lo va a entender. ¿Qué gano con justificarme todo el tiempo?

¡Por fin en casa! Me voy a poner el pijama, conectar Filmin y pillar la Toblerone.

A las 12 de la noche llega mi pareja de la barbacoa con cara de resignación.

Yo: ¿Qué te pasa?

Pareja: He discutido con mi hermano.

Yo: ¿Por qué?

Pareja: Me ha dicho que eres una rara y que, si no estás a gusto con ellos, tal vez sea mejor que no vuelvas.

Retrocedamos en el tiempo. Sábado al mediodía en la barbacoa…

Cuñado: Esta vez os vais a quedar a cenar, ¿verdad?

Yo: Tu hermano sí, yo no. Hace dos meses que no veo a mi amiga Verónica. Vive en Madrid y se va a quedar el fin de semana en el pueblo.

Pensamiento: Después de haberlo repetido tantas veces en la cabeza, me ha salido del tirón. Tal vez me ha salido forzado, pero creo que ha colado.

Cuñado: Pero después de estar un rato juntas, puedes pasarte otra vez y cenar con nosotros, ¿no?
Pensamiento: Insistente como él sólo. Nada. No tira la toalla. Menos mal que esta vez estoy preparada.

Yo: No creo cuñado. Pese a que me muero de ganas de volver a disfrutar de un montado de butifarra, mi amiga y yo necesitamos ponernos al día de todo. Lo siento.

La mentira es un bien necesario creado por el hombre actual. Miento para ser fiel a mí misma, para sobrevivir, y me sentiré orgullosa cuando me convierta en una maestra del embuste y la falsedad. Está claro, mentir en el día a día es necesario para no herir a unos, no molestar a otros y no transgredir la propia voluntad.

por miriam díaz-bajo