fanzine nº 17: monstruo
Puede que te extrañe lo grande que es esta pena
Esa pena convive ya con todas las cosas
se mete en los zapatos y reposa en la entantería
junto a los libros.
Esa pena es tan sólida como los cimientos de una casa y con tal fuerza sostiene la familia.
A veces
no la veo venir con los juegos de palabras
y el sentido del humor le borra los contornos
mientras saboreo la corvina y el gazpacho
y olvido
que ella está también sobre la mesa,
reposada entre las migas de pan
y la costumbre.
Pese a todo, una paradoja se cierne sobre el asunto:
porque es una pena no de muerte
sino de vida,
una elegía por la vida que parece
que se va
del cuer
po
del cuerpo roto que no responde
o lo hace
tan parsimoniosamente
que duele.
Pena de vida escurrida en la ducha que atasca los conductos
Pena máxima.
Pena por lo que no fue o fue triste
Y uno se ve
tristemente incapaz
de reflotar
lo hundido.
Ay esa pena, es ya nuestra
―tan nuestra―
que yo quiero abrazarla
desintegrarla en la hondura de mi abrazo
sacarla de quicio y sacarle punta
y de algún modo,
cerrarle los párpados
para dejar así de oír su eco en los ojos de mi padre.
por Susana Mensaque