Huyo de mí

Yo no soy yo porque huyo de mí, soy otro.

Este que lees, es diferente al que era porque me fui a tomar viento.  Me cansé de mí. Que me den por saco. Me escapé de mis manías y hábitos, abandoné los prejuicios que pude, abandoné lo peor de toda aquella vida de infelicidad que cargaba a cuestas,
muté, soy mutante,
soy otro. 

QuedarQUEDA, algo siempre queda, algún pantalón, algún pensamiento adoctrinamiento, alguna lista de música y seguroSEGURO que alguna mierda correosa que no pienso recordar ahora, pero casi todo se quedó allí, huí como huyen los dibujos animados, a lo bestia; solo dejé el polvo del acelerón, el espíritu apagado, la silueta en suspensión.

He huido.

Una gran huida épica, a lo Frederick Forsyth pero sin espías ni servicios de inteligencia;
huido a base de latidos, de sensaciones, de piel, nada cerebral, a bocanadas de pulmón; y el resto sí, como en sus libros de espías, con malos y campos minados y enredaderas y focos en la noche y disparos en la oscuridad , besos apasionados, amor y sexo, heridas, sangre y miedo; vidaVIDA viva, excitante nueva fascinanteFASCINANTE vida.

Una vida huida de las rémoras sociales, de mis cobardías, del tobogán de la infelicidad, de los prejuicios, huida de lo fácil que es mirar de forma condescendiente la diferencia, cualquier diferencia, mi nueva otra vida diferente, la que estoy viviendo huido, por fin huido.