In(fama)ble

Quiero ser famosa
para ser inmortal
más allá de las fotografías.

Que no me inmortalices
ni tú
ni él
ni ella
ni ellos
ni ellas
ni vosotros
ni vosotras
ni ellos
ni ellas
ni elles.

Quiero inmortalizarme
yo
a mí.

Para que mi obra
sea ruido
en mi silencio.

Quiero vivir
más allá de la vida
de los vivos
y de su memoria
y de sus recuerdos.

Quiero ser famosa
dejar huella
más allá de la digital
cuando se borre la dactilar.

Con afán de permanencia
aspiro a durar
eternamente.

Quiero entender
conocer
y explorar
el significado
de eternidad.

Desentenderme
de la definición
efímera
de instante.

Que los aplausos
lleguen en vida
se reproduzcan
en mi funeral
y prolonguen su eco
tras mi muerte.

Que jamás se agoten
todas mis posibilidades
creativas.

Quiero ser contemporánea,
solo hoy.

Luego moderna,
romántica,
barroca,
gótica
y lo que surja.

Ser un presente
del presente
y del futuro
quiero
ser de mi siglo
y no producto del hallazgo
de otras épocas.

No quiero ser estrella
en el firmamento
ni que mis nietos me busquen
en el cielo
para intentar encontrarme.

Quiero ser superestrella
y dejar olor
sabor
color
y obra
a mi nombre
con mi nombre
en lo tangible.

Quiero ser famosa.

Antes que rica,
famosa.

Quiero ser como el dinero
que existe líquido
pero también sin existir,
existe en crédito.

Debería pintar mi sombra
para seguir dejando rastro en el mundo
cuando deje de pasar por la vida,
aunque para eso necesitaré
inevitable ayuda.

Debo resignificar
o designificar
la muerte
y hacerla antónima
de inexistencia.

Quiero existir
hoy
ahora
luego
mañana
después
y siempre
siempre
siempre.

Y por los siglos
de los siglos,
Andrea.